CLAUDE DEBUSSY. PRELUDIO A LA SIESTA DE UN FAUNO. (ANÁLISIS).
El Preludio a la siesta de un fauno (Prélude à l’après-midi d’un faune) es un poema sinfónico de Claude Debussy. Estrenada en París en diciembre de 1894, la obra está inspirada en el poema L’après-midi d’un faune del poeta simbolista Stéphane Mallarmé. Es una de las obras más conocidas de su autor y es considerada una obra crucial en el desarrollo de la estética Impresionista. La sensualidad y la potencia visual de la obra motivaron que la obra fuera coreografiada en 1912 por Vaslav Nijinsky y presentada en los escenarios de los Ballets rusos de Serge Diaghilev, provocando cierto escándalo por los gestos masturbatorios del fauno.
Pese a la consagración del término “impresionismo” para referirse a esta corriente, la estética de Debussy -y esta obra en particular- parece menos inspirada en esta corriente pictórica que en la poesía simbolista. El poema de Mallarmé -publicado en 1876- utiliza un sofisticado lenguaje poético para contar en primera persona las peripecias de un fauno acaecidas durante la mañana: Sus juegos eróticos con las ninfas, el rechazo de estas, y el cansancio resultante.
La traducción sonora de Debussy se sume en esta decadente atmósfera dando como resultado una suerte de fresco sinfónico que, partiendo de los modelos germánicos (Wagner, Liszt), se independiza de ellos de forma radical. En un sentido más particular, podemos considerar esta obra como la respuesta francesa al Preludio de Tristán e Isolda, cuyos ecos resuenan por doquier a lo largo de esta obra transmutados en una esencia distinta, desde el misterioso acorde (semidisminuido, y con ambigua función tonal) que abre la obra, hasta la irresistible sensualidad que ambas encarnan de forma arquetípica.
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