LOS CUATRO ELEMENTOS, SUS CUALIDADES, COMPOSICIÓN Y MEZCLA.


"Hay cuatro Elementos, principales fundamentos de todas las cosas corporales, a saber: el fuego, la tierra, el agua y el aire, de los que están compuestas todas las cosas visibles aquí abajo, no por modalidad alguna de fusión sino de trasmutación y unión, en las que se resuelven al corromperse. Ninguno de los Elementos sensibles es puro; están mezclados en mayor o menor proporción, y son capaces de trasmutación recíproca; así, la tierra se convierte en barro; disuelta, se torna agua; condensada y espesada, se trasmuta en tierra; y al evaporarse por el calor, se convierte en aire; este aire, al calentarse demasiado, se modifica en fuego; y este fuego, al extinguirse, se cambia nuevamente en aire, mas al refrigerarse luego de un calor extremo, cambia en tierra, o en piedra, o en azufre, como se aprecia en el ejemplo del rayo.

Platón cree que la tierra es totalmente trasmutable, y que los demás elementos son trasmutables en ella y entre sí recíprocamente.

La tierra está separada de los Elementos más sutiles sin trasmutación, mas al disolverse o mezclarse en lo que constituye la disolución, retorna su forma primera.

Cada Elemento tiene dos cualidades específicas; la primera le es propia e inseparable; la otra, como medio entre dos, conviene con la siguiente; pues el fuego es caliente y seco, la tierra es seca y fría, el agua es fría y húmeda, y el aire es húmedo y caliente; y es por dos cualidades opuestas que los Elementos son contrarios entre sí, como el fuego con el agua, y la tierra con el aire.

Los Elementos tienen aún otra especie de oposición entre sí; pues algunos son pesados como la tierra y el agua, y otros livianos como el aire y el fuego. He aquí por qué los estoicos llaman, a los primeros, Elementos pasivos, y a los últimos, activos. Incluso Platón, siguiendo una nueva distinción, acuerda tres cualidades a cada Elemento, a saber: al fuego, la claridad o penetración, la rarefacción y el movimiento, y a la tierra, la oscuridad, el espesor y el reposo; y es debido a estas cualidades que el fuego y la tierra son contrarios. Pero los otros Elementos reciben de ellos sus cualidades, de manera que el aire toma dos cualidades del fuego, la rarefacción y el movimiento, y una de la tierra, a saber, la oscuridad; por el contrario, el agua toma dos cualidades de la tierra, la oscuridad y el espesor, y una del fuego, a saber, el movimiento. Mas el fuego está dos veces más rarificado que el aire, es tres veces más móvil y cuatro veces más activo; el aire es dos veces más activo que el agua, está tres veces más rarificado, y cuatro veces más móvil; a continuación, el agua es dos veces más activa que la tierra, está tres veces más rarificada y cuatro veces más móvil. Así, el fuego tiene la misma relación con el aire, que el aire con el agua, y el agua con el aire; y en fin, el aire con el fuego. Estos son los principios y el origen de todos los cuerpos, de su composición, de sus virtudes, y de sus efectos maravillosos, de manera que quien-quiera conozca las propiedades de los Elementos, y de sus mezclas, podrá fácilmente operar cosas maravillosas y asombrosas, perfeccionándose en la Magia natural".

(Heinrich Cornelius Agrippa von Nettesheim).

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