SABER MASÓNICO: UNO.
"Llamamos a Un todo ser real considerado en sí, en su esencia, en lo que lo distingue de otro ser, en lo que le hace una individualidad, algo que la inteligencia no pudiera más analizar, aunque esto algo es revestido de una forma múltiple, lo que es lo ordinario.
Uno puede tener una infinidad de variedades, que le acercan más o menos, como se lo dijo en seguida, del uno o el otro polo de lo Absoluto, hasta el contacto con estos polos.
Percibimos pues tres tipos de uno: ambos extremos, y todos los intermediarios, en número, infinito.
Ambos extremos son: de una parte, el que, sin dejar de ser real, puede cumplir todo el intervalo, toda diferencia entre ambos polos, y por otra parte, el que, al contrario, es bastante pequeño para dejar vacante todo este intervalo; es decir, son Todo y el Nada.
Todavía los llamamos, aunque por un abuso de lenguaje, además, sin inconvenientes en cuanto la definición lo es hecha: el ser y la nada (o No-Ser). De hecho, difieren polos de lo Absoluto a los cuales se dio en seguida los mismos nombres, en lo que estos extremos pueden engendrar la realidad y le pertenecen; están, para nosotros, como el lugar de estos polos, de los (las) que hacia está del lado de lo Absoluto. Los nombramos también, más
correctamente, Uno absoluto, y el cero absoluto (es decir que alcanzan los límites de la realidad).
Pythagore distinguía cuidadosamente este absoluto de Uno realidad, o esencia de todo individuo. Por definición hasta, tiene dos polos: uno Infinito, el otro ningún. El Polo Todopoderoso de Uno absoluto es el Ser al que nombramos Dios.
El Polo no ser de Uno absoluto es lo que nombramos Nada o a menudo, No ser.
Todo estar acabado es una combinación de estos dos polos de Uno absoluto, y como el Bien es esencialmente incapaz de dar al ser, es él quien lo recibe para formar a Uno individual.
Pues es verdad que Dios creó toda cosa de Nada, como lo dice la Biblia; hasta no podía dar otra definición del nacimiento de la criatura sin caer en los sistemas contradictorios de] ’ emanación, el Panteísmo o el Naturalismo.
En todo estar acabado, el elemento de naturaleza infinita que lo anima es, con relación a nosotros, lo que nombramos el Espíritu; con relación a Dios, lo nombramos el Verbo, porque es el pensamiento particular que Dios realiza por la creación; la forma es la expresión, la exteriorización de este pensamiento.
Todos los seres son hechos pues por el Verbo, y sin él, todo lo que ha sido hecho no sería (Día de San Juan, Evangelio, ch. I).
El primer acto de creación es la extensión del Polo Ser hasta el Polo No Ser, para combinarse con él; es la manifestación de él Un Absoluto. Esta combinación, le nombramos la Virgen Celeste, con la Tradición de cada tiempo: la Virgen es, una Criatura y la primera de las Criaturas.
El Verbo que lo anima es, el Pensamiento divino total ya que cumple todo el intervalo entre ambos polos. Este espíritu de la Virgen lo nombramos la Sabiduría; es la Sabiduría absoluta que asistió a toda la formación creadora desde la aurora del primer día. Rige a la Virgen en su función informadora, nutricia y protectora seres secundarios, función en la cual la nombramos la Naturaleza".
(Gérard Anaclet Vincent Encausse -Papus-).
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