NATALICIO DE FRANCISCO DE MIRANDA.
Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez, conocido como Francisco de Miranda nació en Caracas el 28 de marzo de 1750. Fue un político, militar, diplomático, escritor, humanista e ideólogo, español y venezolano, considerado El Precursor de la Emancipación Americana contra el Imperio español. Conocido como El Primer Venezolano Universal y El Americano más Universal, fue partícipe de la Independencia de los Estados Unidos, de la Revolución Francesa y posteriormente de la Independencia de Venezuela, siendo líder del Bando Patriota y gobernante de la Primera República de Venezuela durante esta última, en calidad de Dictador Plenipotenciario y Jefe Supremo de los Estados de Venezuela.
En 1782 se instala en Filadelfia, donde gracias a su dominio del idioma inglés, y sus ideas republicanas, conoce y entabla, una gran amistad, con los generales Washington y Lafayette, uniéndoseles a su gesta libertaria que ya habían iniciado en contra de la corona Británica.
Varios historiadores masónicos norteamericanos y franceses aportan valiosa información sobre la actividad masónica del caraqueño Francisco de Miranda, de quien aseguran que se inició en 1783, en una logia de Filadelfia, muy frecuentada por el famoso general francés Lafayette.
No hay datos sobre el día y el mes. Por las contingencias derivadas de la guerra, al parecer se perdieron los archivos de la logia donde Miranda recibió la luz masónica. De lo que se sabe es que Lafayette fue su padrino de iniciación. Existen muchas referencias sobre la asistencia de Miranda a logias de Nueva York y de sus tertulias con George Washington en locales masónicos.
Por esa vaguedad en la fecha de iniciación de Miranda, en Filadelfia, algunos historiadores demasiado ortodoxos, han puesto en duda la iniciación del precursor en los Estados Unidos. No faltan quienes inclusive la rechazan de plano.
Sin embargo, investigaciones posteriores a la publicación de los dos volúmenes de Américo Carniccelli, arrojan bastantes evidencias sobre los contactos de Miranda con Lafayette, que culminaron en su iniciación en una logia de Filadelfia, en 1783.
Otros investigadores aseguran que Miranda se inició en la masonería en París, Francia, en 1797, meses antes de su regreso a Londres. Pero esas teorías se desmoronan solas con las referencias publicadas por diarios ingleses en 1785, donde hablan de las reuniones masónicas de Miranda con intelectuales y personajes de la nobleza.
Al citar esas evidencias, un historiador británico, llegó a la conclusión de que Miranda se inició en Filadelfia, Estados Unidos, en 1783; recibió el grado de compañero en Londres, en 1785; y el grado de Maestro, en París, en 1797. Esa cronología parece la más ajustada a la verdad, ya que guarda relación con el periplo del precursor por esos países.
Sobre Miranda dijo Napoleón Bonaparte: "Este Quijote, que no está loco, tiene fuego sagrado en el alma".
En 1798 funda en Londres la logia la Gran Reunión Americana. Febrilmente trabajó para preparar la expedición libertadora de Venezuela. Esta logia es cuestionada por algunos historiadores masones, porque se salía de los rituales, para dar preponderancia a los ideales de la causa republicana.
Miranda otorgaba grados de Maestros a los que destacaban por sus dotes intelectuales y por su amor a la libertad y la causa de la independencia americana. Les tomaba un juramento especial, que siempre terminaba con "el repudio a todos los tiranos y las tiranías".
Los trabajos en la "Gran Reunión Americana", no versaban tanto sobre simbología o el catecismo masónico, como sobre las ideas de la Revolución Francesa y la necesidad de libertar a las colonias españolas en América.
Esto critican los ortodoxos a Miranda. Afirman que se olvidaba de los rituales, para hacer foros sobre la importancia del sistema republicano y la reforma de las estructuras sociales en las colonias que deseaba libertar.
Lo que no dicen los críticos de Miranda, es que todos los próceres de la independencia americana, daban prioridad en las logias, a discusiones sobre táctica y estrategia de la lucha que libraban, porque de ello dependía en gran parte del destino de los países donde actuaban.
El Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, según refiere en un libro el historiador masón boliviano, Ángel Salas, en la logia de Chuquisaca que visitaba, discutía sus planes de gobierno. Por ese motivo, que se sepa, nadie nunca puso en duda la identidad masónica del extraordinario cumanés.
En las reuniones de la logia Miranda tuvo la oportunidad, de conocer al joven chileno, Bernardo O’Higgins, con el cual entabló una especial amistad, siendo entre otras cosas su maestro de matemáticas.
Luego de más de un año de cordial amistad, Miranda le expone a O’Higgins, con detalle, todos los planes libertarios que por tanto tiempo había estado madurando. Sorprendido por la afinidad de criterios y opiniones sobre el tema, el joven chileno le narra a Miranda, la historia y hazañas de Lautaro, el gran cacique Araucano, que defendió y reconquisto el suelo de Arauca, venciendo al propio conquistador de Chile, Don Pedro Valdivia, batalla en donde Lautaro pierde la vida en defensa de la libertad de sus hermanos de raza.
Nació entonces la idea en Miranda, que luego llevaría a los hechos de homenajear al héroe Araucano, fundando la logia Lautaro, teniendo con el tiempo filiales en varias ciudades europeas, siendo la de mayor importancia, la de la ciudad de Cádiz, en la cual fueron muchos los sudamericanos que allí se iniciaron como Masones.
Todos de la mano de Francisco de Miranda, abrazaron y juraron con devoción y entusiasmo patriótico, cumplir con los preceptos, que promulga la Masonería: la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, para luego partir, cada uno a su patria, a emprender sus respectivas gestas que culminaron con la liberación e independencia de toda la América.
De no haber sido porque Miranda sembró en los corazones de todos estos jóvenes la semilla de libertad y los preceptos de la augusta orden, difícilmente se hubiese podido realizar una empresa libertaria de esa magnitud.
Christian Gadea Saguier.
Francisco Rafael Morales Pinto.
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